martes, 29 de noviembre de 2011

La Carta de Diego Arria


Como todo el que es humano al precandidato Diego Arria se le pueden señalar errores en el desempeño de su vida política, errores que desde la óptica de más de uno, cuya memoria no se haya visto afectada por el Sr. Alzheimer, se consideran graves. Mientras otros por falta de información, o debido a que las acusaciones de corrupción en su contra nunca fueron probadas, lo exoneran. Sin embargo también hay quienes alegan que siendo los intereses políticos, de aquel remoto momento, juez y parte en la investigación en su contra; (según apreciación de muchos, apreciación no probada pero probable) invalidan la absolución y lo condenan.
Pero sea cual fuese la verdad tras estas acusaciones, yo creo en la posibilidad de cambio y propósito de enmienda de los seres humanos. por tanto no es esto lo que me lleva a plantear mi posición de oposición hacia el posible pero improbable ejercicio de la Presidencia por el Sr. Arria, a quien le reconozco valor personal y valiosa experiencia internacional en la solución de conflictos ocasionados por una polarización bastante similar a la que ha conducido al país un Teniente-coronel cargado de resentimientos sociales y la más crasa ignorancia, acompañadas de una ausencia total de ética y moral.
Pero después de leer su carta donde plantea todas las atrocidades, vejaciones y crímenes de lesa patria, amen de las actuaciones que bordean el genocidio por parte del régimen, más un análisis lógico, pero que contempla como único escenario que la salida no va a poder ser electoral, visión que resume cuando plantea: “Amigos, llegado a este punto me permito preguntarles si ustedes creen viable una salida normal del régimen; 

No pareciera posible.”

En primer lugar no estoy de acuerdo con esa visión del Sr. Arria, creo que es indispensable agotar la vía democrática electoral como forma legítima de salir de este incalificable régimen. Y seguro estoy que los miembros de la Mesa de Unidad Democrática y la mayor parte de nuestra sociedad no ignoran los peligros y obstáculos planteados por el Sr. Arria y deben tener la previsiones como las que obligaron al C.N.E. a reconocer la mayoría de votos obtenidos por la oposición en las elecciones para la Asamblea Legislativa, aunque las trampas “Escarraescas” del Chavismo les permitiesen tener más diputados con menos votos. Por tanto pienso que Arria no es el “único” capacitado para hacer valer nuestros votos, como lo sugiere veladamente. Precisamente, lo que me parece más positivo de la M.U.D. es que es un equipo, un conjunto de cabezas pensantes que de una manera democrática ha logrado una unidad y un consenso en los problemas fundamentales del país y la solución a los mismos. Creo que ya hemos aprendido la lección de a donde nos conduce el mesianismo de “los únicos”.
Por último en su Carta el Sr. Arria se limita básicamente a plantear los problemas que representa un adversario capaz de todo como lo es Hugo Chávez, pero que sin embargo ha demostrado, por ahora, que “a la hora del té se marea”.
Además el Sr. Arria plantea pocas soluciones y las mismas sin explicar cómo va a lograrlas, esto, con el agravante de que tantos años fuera del país le dificulta una visión vivencial del mismo. Creo sinceramente que hay que dejarle paso a los jóvenes; la acción de los estudiantes de esta generación son el mejor ejemplo y garantía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario