domingo, 30 de octubre de 2011

Los Ni-NI

Los Ni-Ni
Creo que a estas alturas del juego considerar que puedan existir personas que no quieren estar ni con el Chavismo ni con ninguna de las opciones que ofrece hoy en día la Oposición a través de la Mesa de la Unidad, es estar realmente equivocados.
Este punto de vista ha podido tener cierta vigencia hace unos dos o tres años. Pero el importante avance hacia una unidad nacional, que apartando diferencias ideológicas, ha tomado conciencia en la mayoría de los venezolanos, hace presente que este es el momento de pensar en Venezuela antes de pensar en intereses personales o partidistas.
Esta conciencia creada en buena parte por el desastre cada vez más evidente en materia de inseguridad, desempleo, carencia de viviendas y el altísimo costo de la vida, para mencionar sólo algunos de los males que el Chavismo ha infringido o incrementado en el país, hace casi imposible permanecer indiferentes ante la necesidad de quitarles el poder a la pandilla de incapaces que hoy está acabando con el país, sin mencionar la siembra de oído, división y exclusión que nos ha separado de una forma que jamás existió en el pasado con la excepción de un minúsculo grupo de resentidos.
Por eso es que se me hace imposible pensar en la existencia de los mal llamados Ni-NI, a quienes yo más bien denominaría I-I es decir Indiferentes Irresponsables. Voy a contar una anécdota que presencié en un Supermercado el día después de las últimas elecciones para la Asamblea cuando oí la pregunta que una señora que había votado le dirigió a otra:

-“¿Y tu no votaste?”

-“¡Que va mi’jita yo no me iba a manchar de negro mis uñas recién hechas!”

Este puede ser un ejemplo extremo de lo que denomino Irresponsables Indiferentes pero es el espíritu por detrás de quienes se escudan en una supuesta posición Ni-Ni para no cumplir con el deber de Votar por el futuro de nuestra querida Venezuela. Tenemos que hacer algo al respecto, comenzando por un cambio en la óptica con que los partidos y medios de comunicación contemplan a los I. I.


    

lunes, 24 de octubre de 2011

El Mito de: El Pueblo nunca se equivoca





En torno al mito: “El pueblo nunca se equivoca”
Aun cuando la palabra mito puede no ser la más precisa desde el punto de vista etimológico, voy a utilizarla en su acepción más común: “algo que no refleja la realidad”. Y si algo no refleja, ni ha reflejado la realidad Venezolana, es la populista y demagógica frase “El pueblo nunca se equivoca”,  frase que no resiste al más superficial de los análisis.
Analicemos lo ocurrido desde 23 de enero de 1958 hasta hoy. Años durante los cuales, con todas sus fallas, hemos tenido un Sistema Electoral que ha permitido elegir a quienes deben regir el destino del país, y en buena parte, nuestro destino individual. Un Sistema Electoral que permitió a Rafael Caldera, candidato de oposición, ganar su primera elección por el escaso margen de 30.000 votos.
Pero ¿qué resultado obtenemos, después del análisis más optimista de ese medio siglo de decisiones electorales del pueblo? Para el observador más cauto, el resultado, exceptuando con reservas los primeros dos Gobiernos, puede resumirse así: Cada Gobierno nacido de la decisión popular ha sido peor que el anterior. Pero el demagógico Teniente Coronel Chávez Frías afirmó que el pueblo nunca se equivoca y el pueblo votó por él con el cuento que los gobiernos elegidos, desde Betancourt hasta el segundo y fatal gobierno de Caldera, habían sido corruptos, y quienes, junto a “la oligarquía depredadora”, eran responsables de la pobreza y desigualdad existente. Es decir que “el pueblo que nunca se equivoca” llevaba 40 años  equivocándose. Sin embargo, a pesar de esta obvia contradicción en el planteamiento del oscuro Teniente Coronel, la frase mítica ejerció su efecto demagógico excitando y satisfaciendo las emociones populares; y “el pueblo que nunca se equivoca” lo eligió cometiendo su peor equivocación. La prueba es el absoluto contraste entre las expectativas generadas por sus promesas, y la cruda realidad de su desgobierno: siembra de el odio responsable de la división de nuestro pueblo, desempleo, inseguridad, inflación, devaluación de la moneda y del estado de derecho.
Por eso hay que demoler la populista frase “el pueblo nunca se equivoca”, tomar conciencia de nuestra ignorancia electoral para que la sociedad haga algo al respecto. Se debería crear una ONG dedicada a “enseñar a elegir”. A comunicar ciertas reglas básicas para escoger candidatos y programas electorales que sirvan para minimizar el error al tomar tan vitales decisiones. Enseñar que hay que  analizar las promesas electorales, viendo más que las promesas mismas, cómo ofrecen cumplirlas. Crear “conciencia electoral”. Esta sería la forma de quitarle poder, no sólo a Chávez, sino a cualquier otro demagogo que pretenda usufructuar con el hambre y la ignorancia del pueblo, para esto hay que enseñarle al pueblo no por quien votar sino cómo votar.



miércoles, 19 de octubre de 2011

Maria Corina




María Corina
Hay que pensar muy bien las cosas antes de respaldar a María Corina, o a cualquier otro candidato “Independiente”, como candidata/o a la Presidencia. Reconozco su formación académica y su valiosa labor en SUMATE, pero esto no es suficiente. 
María Corina y el grupo que la respalda utilizando la bandera de “independientes” ya están formando, de hecho, un “partido de independientes”; teniendo como sutil “leit motiv”, lo negativo que son los políticos de partidos.
Debemos abrir los ojos que fue la anti-política y el ataque sistemático a los partidos, respaldada masivamente por los medios de comunicación, la responsable del ascenso al poder del “independiente antipolíticos” que hoy está acabando con la libertad; mejor dicho: con el país.
Se equivocan los que piensan que el país lo puede sacar adelante un buen gerente, una mujer o un hombre preparados, profesionales. No es verdad, quien conduzca exitosamente al país se deberá rodear de personas así, que es lo que hace un buen político, pero deberá tener experiencia probada en lo que significa el manejo del poder, de entenderse y manejar intereses básicamente contradictorios; Sindicatos, Fedecámaras, Asamblea, Gobernadores y Alcaldes, tanto de Gobierno como de Oposición. Tener experiencia probada en la compleja Administración Pública, saber hacer elaborar eficazmente la Ley de Presupuesto cada año para luego poder lograr su aprobación. En fin tener EXPERIENCIA POLÍTICA y el respaldo de un partido organizado. La necesaria honestidad la doy por sentada.
La Democracia, al decir de Winston Churchill, puede ser un porquería; pero no tenemos nada mejor. Y la democracia sin partidos no es posible. Sí todos fuésemos independientes reinaría la anarquía. Sólo uniéndonos tras una ideología o forma de ver las cosas podemos lograr salir adelante. Basta ya del discurso antipartidos, basta ya de ensalzar a los “independientes”.
Para lograr sacar a Venezuela del foso en que la ha hundido quien llegó al poder como “independiente antipolíticos y antipartidos”, lo que necesitamos es a un tremendo POLÍTICO.   

lunes, 17 de octubre de 2011

El Pueblo instruido jamás será vencido


En torno al mito de
 “El Pueblo unido jamás será vencido”

Estando de vacaciones en Oaxaca, México, quedé petrificado al oír en una pequeña plaza, frente al Hotel donde desayunaba, a unos universitarios voceando la misma consigna que 45 años antes había voceado inútilmente en Caracas contra el régimen de Rómulo Betancourt: “¡El pueblo unido jamás será vencido!”, no pude aguantarme y me acerque a hablarles.  Fueron receptivos ante mi sorpresa y desilusión que en pleno siglo 21, coreasen una consigna tan antigua y sobre todo, tan probadamente desacertada. Esto nos llevó a una discusión esclarecedora que al menos convenció a muchos de la validez de cuestionar dicha consigna y sobre todo cambiarla por otra. Ante la pregunta de uno de ellos de por cuál consigna sugería yo que se cambiara, sin siquiera pensarlo, me oí a mi mismo contestándole “El pueblo instruido jamás será vencido”. No tuve que argumentar nada más, la aceptación fue inmediata.
De regreso a Venezuela decidí que vale la pena compartir esta experiencia con mis conciudadanos en estos momentos tristes que vive el país, después de habernos unido como Pueblo en el año 98 buscando salir vencedores en la búsqueda de la mayor felicidad posible y obteniendo como resultado el desastre que estamos viviendo.
Por esto califico de “mito” a la manoseada consigna política que ha venido siendo utilizada básicamente por las izquierdas desde la generación del 28 para acá.
Pues bien, si algo no refleja, ni ha reflejado hasta ahora la realidad Venezolana, es la demagógica consigna “¡El pueblo unido jamás será vencido!”.  Baste como ejemplo los resultados de la unión del Pueblo que eligió al actual Presidente, cuando después de 12 años de Gobierno se puede afirmar sin temor a error alguno, que ahora el Pueblo está vencido por el hambre, la división, desempleo, inseguridad, inflación, devaluación de la moneda y del estado de derecho, gracias al Gobierno que ha traído la mayor suma de infelicidad posible.
Por eso el pueblo que jamás será vencido es el pueblo instruido. Buen ejemplo: el 2 de diciembre cuando ante la amenaza de reforma que pretendía reelección indefinida y la instauración de un régimen similar al denigrante régimen cubano, el pueblo Venezolano, instruido en el significado de lo que pretendía la Reforma, se unió para decir ¡NO!
La unión nacida del conocimiento y no de la emoción del Pueblo es la salida para no ser vencido. Los resultados de las elecciones de noviembre confirman que el pueblo instruido, básicamente urbano, supo castigar políticamente a quienes lo han engañado. La ignorancia es madre de los votos rojitos y es lo que hay que combatir. Sólo la ignorancia y la rapiña votan rojo. Por eso está más vigente que nunca la frase de Bolivar:

“Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”